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Tuesday, March 30, 2010

Mateo 26:1-13

Muchas veces damos más valor a las cosas que las que ellas tienen o cuando regalamos algo nos fijamos en el costo del lo que regalaremos en lugar de fijarnos en el valor de la persona a la que regalaremos. Esto le paso a los discípulos, se les fue la onda como diríamos, nos tocaron la billetera de la iglesia dirían otros, sobre todo si tenemos una mente Judas, donde las cosas para los demás son caras pero cuando es para mí, no es suficiente. Como dice el pasaje, siempre tendremos pobres (v. 11), queriendo decir, ¿a fin de año te quedara mas si no hubieras hecho esto? Y aplicándolo a la obra de Dios, a la iglesia pensamos que ahorrándonos la ofrenda o el diezmo vamos a tener más. Pero nos equivocamos ya que cuando nos vayamos de este mundo, no tendremos nada para llevarnos; aparte el dinero lo usamos para cosas que queremos y a fin de mes, lo que nos “ahorramos” lo malgastamos o perdemos en doctor o arreglos que no teníamos en cuenta. El Señor es bueno y recompensa nuestras acciones bendiciéndonos y prosperándonos diariamente. Esta mujer, según Juan 12 era María, se hizo “famosa” en todo el mundo (v.13). Ella no lo hizo para salir en la tapa de los diarios o en la primera plana del boletín de la iglesia, lo hizo de corazón por una acción solidaria. Cuando sentimos algo, hagámoslo; si Dios te habla en algún momento incitándote a dar, no te detengas. Tus actitudes hacia los demás, Dios no la toma como desperdicio; quizás no lo sepa todo el mundo pero Dios lo sabe y el no te quitará la recompensa que te prometió (Mateo 10:42). Se sensible a la voz del Espíritu Santo. Dios te bendiga.

Wednesday, March 17, 2010

Filipenses 1:1-6

Cuantas veces comenzamos un trabajo, un proyecto o una actividad y no la terminamos, la dejamos a medias. Quizás no tenemos tiempo, tal vez nos desilusionamos al no ver el producto terminado pronto debido a nuestra ansiedad o en el peor de los casos vemos que lo que comenzamos a hacer con tanto entusiasmo no es como lo planeamos. Gracias a Dios que nosotros no fuimos creados por un ser humano, porque de ser así estaríamos por la mitad. Dios nos creo y Dios no ha terminado con nosotros, no porque no quiera sino porque el nos seguirá perfeccionando hasta el día final (v.6). Imaginémonos a nuestro Dios con poca paciencia, dejando las cosas para después, no poniéndole ganas, decepcionado y diciendo: “bueno esto no tiene remedio y hasta aquí llegué”. “El que comenzó la buena obra…” aquel que nos redimió con su sangre, Aquel que sigue trabajando en nosotros, seguirá haciéndolo. El apóstol Pablo dice que estaba persuadido, Pablo tenía la convicción, no porque nosotros pusiéramos algo de empeño, sino porque Dios no nos abandona. “aunque tu padre y madre te dejaren…Dios te recogerá” (Salmos 27:10). Hermanos, que hermosa promesa, que El sigue trabajando en nosotros, tanto en los tiempos buenos como en los malos. Pablo estaba en la cárcel al momento de escribir este libro, y todavía el daba palabras de aliento, cantas veces estamos deprimidos y no podemos ni siquiera decir lo mismo. Nos olvidamos que Dios a través de esas circunstancia esta trabajando en nuestro carácter, puliéndonos, limpiándonos y también haciéndonos crecer en la fe. Convéncete tu también que el Señor sigue obrando en tu vida. Dios te bendiga.

Tuesday, March 9, 2010

1 Timoteo 5:6/ 2 Tesalonicenses 3:6 / 2 Tesalonicenses 3:1

Que hermosa enseñanza este domingo 24: los deberes hacia los nuestros. Muchas veces somos, como escuchamos, “candil de la calle, obscuridad de la casa”. Brillamos ante los demás pero con los nuestros, somos a veces, piedra de tropiezo. Muchos de nosotros, tenemos familiares cercanos, amigos etc. que no conocen a Dios y no es por El sino por nuestras propias faltas. Creemos que la iglesia tiene que suplir todo pero la Biblia habla que primero los de la casa para la casa. Si la viuda tiene hijo, estos tiene que atenderlas (1 Tim. 5:4), un punto a veces conflictivo pero que sostenido por los versos leídos en 2 Tesalonicenses, tiene mucho sentido. El mensaje nos tiene que haber hecho reflexionar y ponernos a trabajar para ser más irreprensibles y no parecer incrédulos (v. 8). Siempre la Palabra de Dios nos ubica en nuestro lugar, ¿que cara pondremos frente a los nuestros después de haber sido instruidos en ella y no obedecerla? Por eso es bueno que la palabra siga corriendo, sin importar las denominaciones, la forma del culto, el ritmo de la música etc. Al fin, son tretas del enemigo para perder el tiempo en costumbres o formas impuestas por hombres y que nos impide concentrarnos en la Biblia. Hemos escuchado que tenemos que orar por esos valientes de Dios que están haciendo algo que nosotros no hacemos para que “la Palabra corra y sea glorificada”; Dios juzgara quien o cual tiene razón. Mientras tanto, como declaró la hna. Blenda, pongámonos como objetivo en este 2010, nuestro crecimiento espiritual. Creyendo en Dios, teniendo más FE, más confianza en Dios y estando absolutamente seguros que el Señor nos guía. Dios nos bendiga

Filipenses 2: 1-11

Aferrarse: que palabra que aunque no la usamos verbalmente, la usamos en la práctica. Cuanto de verdad hay en el mensaje de nuestro Pastor Rolando Mendoza. Muchas veces sin querer nos aferramos a cosas, que para nosotros tienen valor, ya sea sentimental, material, o quizás como hicimos un esfuerzo económico por ellas no las queremos soltar. Y muchas de ellas, cuando las encontramos, estaban arrumbadas en un cajón o en el cuartito del fondo juntando pelusa; pero cuando nos tenemos que deshacer de ellas ponemos “el grito en el cielo” para no dejarlas ir. ¿Jesús habrá tenido esa preocupación? Dice la Biblia que “…no estimo ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” (v.6). Dice que lo estimó, apreció, pero no se aferró a eso, lo dejó ir. Dice también que después de despojarse a si mismo, después de “dejar ir”, Dios lo puso en lo mas alto, “..lo exalto hasta lo sumo” (v.9). Dios no podía ponerlo en alto sino se hacia siervo y siervo hasta el final. Muchas veces nosotros no queremos “largar”, pero si queremos crecer, tenemos que ir dejando cosas atrás, las cosas que nos retienen y no nos dejan avanzar. Un globo aerostático no va a subir si todavía esta amarrado al suelo, y cuando esta arriba, y la persona quiere volar mas alto tiene que empezar a tirar el lastre que lleva, si se “aferra” a no tirarlo, no va a subir. Como el ejemplo de la jarra y el agua, lo mismo nosotros, nos empezamos a llenar de cosas que no nos convienen y si no dejamos que el Señor nos limpie con su Espíritu Santo y nos “re” llene de su Palabra, no vamos a avanzar por mas que sigamos viniendo a la iglesia y solo sigamos siendo oidores y no hacedores al mismo tiempo (Santiago 1:25). Deja las cosas viejas atrás, porque todo ha sido hecho nuevo en Cristo Jesús.

Dios te bendiga

Hechos 10

Al primer mirar parecería que en un hombre con un carácter así descripto en Cornelio, no hubiera necesitado de conversión. Muchos del día de hoy, se glorían que sus esperanzas de salvación final sean buenas. Honrados en sus tratos, honorables en su asociación con otros, etc. ¿qué han de temer a mano de un Dios justo y piadoso? Cornelio era todo esto, y además era devoto y dado a la oración; sin embargo, aun él tuvo que oír palabras por las cuales sería salvo. Los mundanos de justicia propia deben estarse engañando y olvidan que, aunque cumplan con obligaciones con sus semejantes de modo que es crédito para ellos, se descuidan de la obligación más alta, la de dar servicio a Dios. Cornelio era italiano, ¿cómo pudo llegar a tener el carácter que se le atribuye? Solo el contacto con gente judía podía lograr esto para él. Este vio una visión y obedeció a esa y envió al varón que estaba en otra ciudad porque creyó al Dios vivo. Dios le dijo que sus oraciones y limosnas habían subido al cielo (v. 4). ¿Que le faltaba para ser salvo? Aunque el ángel le había hablado y aunque Dios había oído sus oraciones, todavía tenía que oír palabras de labios humanos antes de ser salvo. Observemos que Cornelio no fue egoísta, aunque la visión fue para el, solo sus (Cornelio) limosnas habían subido delante de Dios, Cornelio invito gente para que también pueda ser bendecida; abrió su casa, y la bendición fue para todos. Es momento que nos dejemos de fijar solo en nosotros y compartamos las buenas nuevas. Invita gente a tu casa y a la iglesia para que compartas lo que por gracia recibiste y por gracia das.

Hechos 10:34-Juan 13:7

¿Cuantas veces nos pasaron cosas que no entendíamos? ¿Y cuantas veces, pasado el tiempo, nos dimos cuenta que ese momento que no entendimos, resulto en beneficio? Quizás Dios nos haya dicho algunas vez: “ahora no lo entiendes, pero alguna vez lo comprenderás” Juan13:7. La vida de Pedro no era muy distinta a la de nosotros, Jesús les comunicaba algo y en varios pasajes se ve que no era comprendido en su totalidad y tal vez haya pensado que no tenia sentido hacer las cosas de la manera que Jesús lo decía. En la recta de la vida, Dios nos pone curvas para prevenirnos, para guiarnos, para que nos acordemos de El. Las estadísticas dicen que la mayoría de los accidentes de ruta se producen en las rectas largas, la gente se olvida de prestar atención y se descuidan ocasionando desastres. Cuando vamos sin prestar atención, y parece que todo va bien, nos descuidamos de Dios y empezamos a vivir por nuestra cuenta; entonces la curva viene y no la entendemos. Jeremías (10:23) dice “Conozco que el hombre no es señor de su camino…” Un deseo no cumplido, un sueño truncado, una promoción dada a otro empleado, convivir con personas a la que hemos estereotipado o tenido un pre-juicio por ser de determinado lugar o de cierta clase social, una decepción, pueden ser las curvas que nos hace tomar Dios para pulirnos, prepararnos, afilarnos para una tarea mayor. Dios diría: si puedes superar esto, esta traba o pre-concepto que tienes, te mostrare cosas grandes, ocultas que tú no conoces.

Mateo 9:35-38

Me imagino a los dueños de campos cuando lo que sembraron esta listo para cosechar. Me imagino también cuando pasa el tiempo y los frutos de esas sembradas se están echando a perder porque no hay jornaleros para recoger. ¿Como se debe sentir el dueño del campo? Queremos pensar que el hizo un esfuerzo, puso lo mejor de si y no tiene gente para la cosecha. Dios puso a su hijo Jesucristo, pero no hay obreros para ir, no solo a recoger sino también a sembrar o regar (1 Corintios 3:6) Dios va a dar el crecimiento pero nosotros tenemos que hacer la otra parte. Jesús estaba viendo la necesidad comparándola con la agricultura, área que los judíos conocían muy bien. Por lo tanto, tenemos que orar para que se sigan levantando obreros para ir a llevar la palabra, instruir y plantar; no solo iglesias sino la Palabra de Dios. No hay que alquilar un local o tener necesariamente un pulpito a mano para hacerlo, en nuestra vida cotidiana tenemos oportunidades a diario para hacerlo. Quizás no puedas hablar mucho en tu trabajo, pero una invitación a la iglesia seria un camino o forma de hacerlo. Recordemos que nosotros podemos plantar y regar, Dios dará el crecimiento. Pero como una planta necesitamos primero poner la semilla, después regarla y esperar. Hay varios personajes de la Biblia que no querían al principio “ir”, como los casos de Moisés y Jonás, pero el plan de Dios era otro. Dios no se conformo con un “no” y los hizo atravesar pruebas. ¿Queremos seguir negándonos y pasar unas vacaciones en un desierto o dentro de un gran pez?
Dios te esta llamando para que llames a otros. Que esperas