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Tuesday, March 9, 2010

Filipenses 2: 1-11

Aferrarse: que palabra que aunque no la usamos verbalmente, la usamos en la práctica. Cuanto de verdad hay en el mensaje de nuestro Pastor Rolando Mendoza. Muchas veces sin querer nos aferramos a cosas, que para nosotros tienen valor, ya sea sentimental, material, o quizás como hicimos un esfuerzo económico por ellas no las queremos soltar. Y muchas de ellas, cuando las encontramos, estaban arrumbadas en un cajón o en el cuartito del fondo juntando pelusa; pero cuando nos tenemos que deshacer de ellas ponemos “el grito en el cielo” para no dejarlas ir. ¿Jesús habrá tenido esa preocupación? Dice la Biblia que “…no estimo ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” (v.6). Dice que lo estimó, apreció, pero no se aferró a eso, lo dejó ir. Dice también que después de despojarse a si mismo, después de “dejar ir”, Dios lo puso en lo mas alto, “..lo exalto hasta lo sumo” (v.9). Dios no podía ponerlo en alto sino se hacia siervo y siervo hasta el final. Muchas veces nosotros no queremos “largar”, pero si queremos crecer, tenemos que ir dejando cosas atrás, las cosas que nos retienen y no nos dejan avanzar. Un globo aerostático no va a subir si todavía esta amarrado al suelo, y cuando esta arriba, y la persona quiere volar mas alto tiene que empezar a tirar el lastre que lleva, si se “aferra” a no tirarlo, no va a subir. Como el ejemplo de la jarra y el agua, lo mismo nosotros, nos empezamos a llenar de cosas que no nos convienen y si no dejamos que el Señor nos limpie con su Espíritu Santo y nos “re” llene de su Palabra, no vamos a avanzar por mas que sigamos viniendo a la iglesia y solo sigamos siendo oidores y no hacedores al mismo tiempo (Santiago 1:25). Deja las cosas viejas atrás, porque todo ha sido hecho nuevo en Cristo Jesús.

Dios te bendiga

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